domingo, 16 de octubre de 2011

Descifrando la indignación

Descifrando la indignación · ELPAÍS.com
La batalla semántica en la que los indignados se han impuesto por goleada tiene una cuádruple dimensión. La primera es la de centrar el punto de vista en su razón de ser, la indignación. ¿Hay algo más natural que indignarse con el curso de las cosas? ¿Quién no está indignado? La segunda, poner el acento en lo que no son. No son políticos ni son sindicalistas, dos categorías profesionales denostadas, que viven sus horas más bajas en el aprecio popular. La tercera, llamar la atención sobre lo que no quieren: no quieren recortes sociales, no quieren que la crisis la paguen quienes no son responsables de ella, no quieren políticos corruptos, ni privilegiados, ni encastados.