miércoles, 27 de febrero de 2019

afribuku 9 discos africanos para escuchar con niños : afribuku

afribuku 9 discos africanos para escuchar con niños : afribuku



9 discos africanos para escuchar con niños

Porque no queremos que OT sea la educación musical de nuestros niños, Afribuku seleccionamos estas listas de música africana para escuchar y bailar con los más pequeños de la casa.
Que el arte no tiene fronteras no es ninguna novedad. El problema viene en ser consecuentes con ese axioma. Desgraciadamente, en la mayoría de los casos las manifestaciones artísticas se promocionan (no se crean) de manera segmentada: que si esta película es para mujeres, que si esta pieza de teatro para expatriados, que si esta exposición para artistas… Dejando de lado los evidentes casos de contenidos explícitos (sexuales, no vayamos a creer que los superhéroes se baten dialécticamente), el público infantil es tratado de una manera diferencial. Las obras artísticas que se dirigen a los niños están creadas especialmente para ellos, en ocasiones, demasiado infantilizadas. En la disciplina musical estas barreras saltan puesto que, Cantajuegos aparte, los niños absorben todos los estímulos que les llegan sin filtro alguno. ¿No vemos pequeños de menos de cinco años bailando letras misóginas u homófobas que se escuchan en el reggaetón? Escuchen a cualquier grupo de animación infantil y la escalofriante selección musical que proponen.
Para combatir ese mal gusto, proponemos una lista de 9 discos, testados empíricamente, para que los más pequeños de la casa puedan acercase a sonoridades africanas de una manera natural y orgánica.

Erik Aliana – Just my land (2013)

Las asombrosas concidiones vocales de Erik Aliana gracias a su registro sedoso y relajante no servirían de nada sin canciones como “Wake up”, “Woutou”, “Nkana”, “Ekanga”, “L´enfant Pygmée” o “Kouroungangan”. “Just my land” está plagado de preciosos momentos en los que la tradición vocal, los refranes, la percusión y la guitarra de Camerún se unen para entregarnos un cancionero amable, sincero y transparente huyendo de la ñoñería. Un disco ideal para pinchar un domingo por la mañana o cantar en el coche con los retoños.

Seprewa Kasa – Seprewa Kasa (2018)

El seprewa sanku es un instrumento tradicional de Ghana de influencia mandinga (de ahí su similitud estructural con la kora o el kamale ngoni) aunque de dimensiones más reducidas y por tanto generador de un sonido más agudo. Este instrumento fue utilizado durante siglos por los Ashanti como generador de melodías que acompañaban sus gestas creadas por los bardos tradicionales. La introducción de la guitarra en Ghana en el siglo XX relegó a este instrumento a un segundo plano pero nunca dejó de existir, de hecho la raíz del highlife es fácilmente trazable en las escalas armónicas del seprewa. Ya en pleno siglo XXI, un grupo de jóvenes ghaneses se puso como objetivo recuperar antiguas canciones y crear nuevas a partir de este saltarín instrumento. Seprewa Kasa editaron en 2008 un disco chispeante y tan bailable que enganchará a los más pequeños de la casa.

Monoswezi – Monoswezi Yanga (2015)

¿Un disco de fusión jazz y músicos de Zimbabue Mozambique apto para niños? No es que sea apto, es que “Monoswezi Yanga” es una compilación de grandes canciones construidas a base de una música excelente y una voz que hechiza. Ritmos de mbira, melodías de algodón y soft jazz que enganchan al más pintado introduciendo la calma a veces tan necesitada en la vida familiar.

Youssou N´dour – Nothing in Vain  (Coono Du Réér) (2002)

Podríamos tildar el mbalax de un estilo en ocasiones difícil debido a su ritmo sincopado. Para oídos profanos (o por estrenar) resulte quizás un tanto repetitivo. Es por eso que recomendamos un disco en el que el León de Senegal combinó el estilo que abandera con melodías contagiosas de corte pop. 

Mika sy Davis

Mika sy Davis son una célebre pareja de músicos en su Madagascar natal en donde la práctica totalidad de la isla conoce sus canciones palabra por palabra. Su pop malgache basado en el basesa, estilo procedente de la costa este del país, es un rara avis en la isla de los baobabs: sus canciones son tan buenas que uno se pregunta cómo es posible que no hayan traspasado fronteras. Mika sy Davis han editado cuatro discos hasta la fecha aunque quizá sea más acertado acercase a su música a través de sus singles que acabaremos coreando toda la familia en menos de lo que aprendemos en pronunciar los títulos de sus canciones.

Khaled – N´ssi N´ssi (1993)

El disco que hizo saltar a la fama internacional merecidamente a Cheb Khaled compila mucho de sus éxitos anteriores de su carrera y lima la producción para enfocarlo a un público más amplio. La leyenda del raï nos embala temas como “Alech Taadi”, “Bakhta” o la archiconocida “Chebba” con arreglos de salsa, pop e incluso electrónica, dotando a su música de una nueva paleta de colores que en su momento enfadó a sus seguidores más puristas pero que sin duda ayudó a catapultar su proyección mundial.

Amadou & Mariam – Dimanche a Bamako (2005)

Poco que añadir a lo que ya se ha dicho sobre el que es quizás el último disco clásico de afropop. Melodías y ritmos que se pegan como una lapa gracias a una sensacional colección de canciones producidas por Manu Chao. El omnipresente balafón y los graves coros a la sudafricana fomentan la accesibilidad juguetona que hizo vender a este álbum más de 300.000 copias en las que las voz de Mariam Doumbia y la ya legendaria guitarra de Amadou Bagayoko suenan mejor que nunca.

Toto Kanza Bona – Bondeko (2018)

Ya hemos hablado maravillas de este fantástico disco en Afribuku en diferentes ocasiones, incluso lideró nuestra lista de mejores discos de 2018. Gérard Toto, Lokua Kanza y Richard Bona crearon con “Bondeko” una obra atemporal para todos los públicos entiendo este calificativo como el mejor piropo que se le puede hacer a una obra artística de categoría.

The Rough Guide to African Music for Children (2013)

Sonará a tópico, pero esta compilación del catálogo de World Music Network huye del formato facilón de Putamayo y nos ofrece una excelente selección entre los que se incluyen artistas de la talla deIssa BagayokoEtran Finatawa o Staff Benda Bilili. Un disco con una variedad muy bien estructurada que representa ritmos y melodías procedentes de las cuatro esquinas del continente.

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domingo, 24 de febrero de 2019

Zoológicos humanos | Afroféminas

Zoológicos humanos | Afroféminas





Esta foto fue tomada en un zoológico, un zoológico humano. Una niña procedente del Congo en la sección dedicada a este país en la Exposición General de Bruselas de 1958
En 1874, durante el imperialismo o neocolonialismo,  momento en que los países ricos dominaban y explotaban impunemente, económicamente y políticamente otras naciones, un “comerciante” de animales salvajes, el alemán Carl Hagenbeck, creó la primera exposición en Europa con personas de Samoa y Laponia. Y la idea tuvo éxito.
Los pueblos perseguidos de todo el mundo, principalmente de países colonizados, eran llevados a las grandes ciudades europeas. Persuadidos, tales personas firmaban contratos injustos y que los harían vivir en jaulas, en pésimas condiciones de vida.
Estas atracciones existían para entretener al público blanco europeo y exponía negros africanos, aborígenes australianos y esquimales. Los zoológicos humanos eran una opción de diversión dominical para un público sediento de “exoticidad”. Países como España, Francia, Italia, Inglaterra, Alemania y Bélgica exponían esas personas porque las consideran salvajes, seres inferiores. Los visitantes les tiraban alimentos, comentaban sus fisonomías y comparaban a los negros con los primates – la jaula de las personas traídas de países africanos era la que más tenía éxito.
Si piensan que eso era algo que sólo ocurría por los años 1800, se equivocan, la foto de arriba fue tomada en Bélgica en 1958. Si considerarmos que en términos históricos los finales del 50 fueron ayer, se puede decir que el el racismo y la idea de la superioridad caucásica sigue en los inconscientes colectivos. Las personas que nacieron en esa época actualmente tienen 60 años y han educado hijos que ahora tienen 30…
El racismo sigue muy vivo y perpetuándose. Es un problema estructural y intentar destruirlo es una lucha ardua y diaria. El racismo está enraizado en la cultura y en las instituciones y circula libremente, tiene sus espacios seguros. Los afrodescendientes vivimos el microrracismo nuestro de cada día. Somos educados para internalizarlo y así dejar de percibirlos, y dejando de percibirlos no tenemos cómo combatirlos. Pero se equivoca quien piensa que no estamos ni atentas, ni fuertes.
Vivimos amores, somos hijos e hijas. El racismo nos quita humanidad, nos pone en exposición en zoológicos humanos en 2019 cuando mira con extrañeza nuestras narices, comenta sobre nuestro cabellos y dice: ¡Qué exótica eres, morena!” Nos niegan derechos básicos de seres humanos, y es por eso que seguimos bravamente intentando derrumbar/romper  todas y cada una de las formas de opresión.